Rober (como le conocen sus allegados) se interesó por la batería a la temprana edad de 16 años. Pronto entró a formar parte de Aligator, su primer grupo musical, hasta que diera el salto a su siguiente formación, bautizada como Ley Seca. Con estos últimos llegó a grabar algunas maquetas. Habiendo comprobado que el instrumento era el idóneo, que además se le daba bien y le gustaba, y que el público destacaba su labor tras los parches, Castresana decide, más allá de la dedicación y esfuerzo individuales, perfeccionar su técnica y conocimientos de una forma reglada. Recurre para ello a Luís Ángel Tellería (profesor también de, entre otros, Alén Ayerdi de Marea o Alberto Gil de Extremoduro), antiguo batería de, por poner algún ejemplo, Osiris o de Viento de Locos. Con su paisano, Castresana cursa 3 años de Clase de Instrumento y, tras varios años de aprendizaje autodidacta, realiza dos años de Comprensión Musical, Lectura Rítmica y Solfeo Rítmico. Pero no se queda aquí y, ya por su cuenta y, de nuevo, de manera autodidacta, estudia también diversos métodos de independencia y doble bombo.